La minería y la construcción, dos sectores que parecen distantes, se dieron la mano durante la CAPAC Expo Hábitat 2025. Cobre Panamá, la operación minera más importante de Centroamérica, participó en esta feria con el objetivo de mostrar cómo su aporte trasciende las fronteras de la industria para convertirse en un motor de empleo, desarrollo y bienestar para miles de familias panameñas.
Durante dos días de agenda del evento, la empresa llevó a la feria ponencias que marcaron el tono de la conversación, la minería como eje económico para Panamá y la compatibilidad de esta actividad con la protección del ambiente.
La primera intervención estuvo a cargo de Maru Gálvez, gerente de Relaciones Públicas de Cobre Panamá, quien recordó la historia de la minería en el país y el largo camino que recorrió el proyecto hasta convertirse en una realidad. Más allá de la cronología, su exposición se centró en cifras que dimensionan el verdadero alcance económico de la operación.
Entre 2019 y 2023, Cobre Panamá aportó más de $550 millones de dólares en contribuciones a la Caja de Seguro Social, además de destinar un promedio anual de $318 millones en compras a proveedores locales. Esto significó pagos semanales que superaban los $20 millones de dólares a empresas nacionales, un flujo que dinamizó sectores enteros de la economía.
“Cuando los panameños tienen mayores ingresos, consumen e invierten más. Ese círculo virtuoso es la economía de escala; lo que se genera en la mina termina multiplicándose en cada rincón del país”, explicó Gálvez.
La Gerente añadió que, pese al cese de operaciones, Panamá recibirá más de 250 millones de dólares por la venta del concentrado de cobre ya producido, recursos que se destinarán a salarios, contribuciones sociales y pagos a proveedores. “Es una acción responsable que impacta directamente a miles de familias”, concluyó.
El segundo turno en el escenario fue para Jonatan Montenegro, biólogo de Cobre Panamá, quien llevó la discusión hacia un tema sensible: la relación entre minería y medio ambiente.
“Sí es posible equilibrar conservación y desarrollo”, aseguró. Para respaldar sus palabras, compartió los compromisos y resultados alcanzados por la empresa, 371 obligaciones ambientales, sociales y de seguridad asumidas, todas cumplidas bajo la supervisión de 41 auditorías externas (32 en construcción y 9 en operación).
Montenegro resaltó que la mina cuenta con pasos de fauna únicos en Panamá por sus criterios biológicos, programas anuales de conservación de especies y monitoreo de ecosistemas acuáticos, marinos y terrestres. Hasta 2023, la empresa había invertido más de $136 millones de dólares en programas socioambientales, que incluyen becas, huertos comunitarios, centros de atención infantil, escuelas y obras de infraestructura.
“Lo que hacemos no se mide solo en cifras de producción, sino en conservación, educación y calidad de vida”, sostuvo el especialista.
Además de su aporte en las conferencias, Cobre Panamá participó en la feria con un stand interactivo que busca acercar la minería a la ciudadanía. Los visitantes pueden conocer una maqueta sobre como la empresa utilizaba el agua cuando estaba en operaciones, interactuar con el avatar de inteligencia artificial “CoCo”, vivir experiencias de realidad virtual como si estuvieras dentro de la mina y escuchar testimonios de comunitarios y proveedores que relatan cómo la actividad minera ha transformado sus oportunidades.
Esta apuesta se enmarca en Cobre Conecta, el programa de acercamiento ciudadano que en los últimos meses ha llegado a más de 150 mil panameños en universidades, centros comerciales, barrios y ferias, convirtiéndose en un puente de transparencia y diálogo.
“En Cobre Panamá estamos convencidos de que el desarrollo del país se construye con transparencia, diálogo y trabajo conjunto. Nuestra participación en CAPAC Expo Hábitat reafirma que la minería responsable es un aliado estratégico del sector construcción y un motor de progreso para miles de familias panameñas”, expresó Maru Gálvez.
Con esta presencia, Cobre Panamá no solo refuerza su vínculo con la ciudadanía, sino que también pone en perspectiva un mensaje claro y es que la minería, cuando se hace con responsabilidad, se convierte en un socio indispensable para el desarrollo del país.